El salto de papá, de Martín Sivak.



Sivak ,cuenta la historia de su padre, un banquero de afiliación comunista, desde sus inicios hasta su suicidio lanzándose al vacío, en la Argentina de inicios de los 90.
La historia de un padre contada por su hijo, contada como dice el autor ''desde la bronca'', vomitada cual crónica, caótica, ácida, y escrita con amor.
En 1990, a plena luz del día, Jorge Sivak se lanza al vacío desde un piso 16, el día en que su empresa había sido declarada en bancarrota.
Esta historia está atravesada por la historia de la Argentina, y el largo recorrido de la familia Sivak desde el abuelo del autor, Samuel, acompasa más o menos los acontecimientos políticos, con especial énfasis al tratarse de una familia de empresarios y con militancia política.

A mi particularmente, desde Uruguay, me sirvió poder enmarcar un poco la novela sirviéndome de un pantallazo aunque sea burdo de la historia Argentina de principios y mediados del siglo XX en adelante.
Parece haber un momento bisagra en la década del 30 al 40, llamada ''Década Infame'', en la que una sucesión de gobiernos de facto distituyen a un presidente elegido democráticamente, Hipólito Yrigoyen, de la Unión Cívica Radical.
A fines de los 40 comienza a emerger Perón como Figura, y en el 45 Eva Perón, afianzándo un vínculo con obreros y sindicalistas.
Perón asume el poder en el 46 y se mantiene hasta el 55, en sus llamadas primera y segunda presidencia, hasta que es derrocado por un gobierno de facto constituido por miembros de la unión radical, socialistas, católicos e integrantes de la Marina.
Esto dio lugar luego del Bombardeo de Plaza de Mayo, con varios muertos, y de que los golpistas pidieran asilo en Uruguay, a dos sucesivos gobiernos de facto.
La democracia retorna en 1958, con Frondizi, hasta Illia en 1966.
En 1966 ocurre una nueva dictadura bajo el mando de Onganía hasta Lanusse, este último responsable del arresto del protagonista por su afiliación de izquierda.
En 1973, es elegido Hector Cámpora, deja de estar proscrito el peronismo, transición que permite el retorno de Perón en 1973 con su tercera presidencia, es a su llegada que tiene lugar la Masacre de Ezeiza, con muertos por enfrentamientos entre Montoneros y sindicalistas de la CGT.
Para 1973, tanto Uruguay, Chile, Brasil, Paraguay y Bolivia estaban en dictadura militar, y en Argentina se inicia la Alianza Anticomunista Argentina (la triple A) que perseguía y asesinaba a militantes de izquierda.
En 1974 muere Perón y asume su esposa, Estela Martinez, transición que conduce al gobierno militar de facto eufemísticamente autodenominado ''Proceso de Reorganización Nacional'', que comienza con el mando de Videla, pasando por Galtieri, entre otros.
El retorno a la democracia hasta hoy, comienza con Alfonsín en 1988, luego Menem es elegido dos veces, es durante el gobierno de Menem, en 1990, cuando ocurre el suicidio de Jorge Sivak.

¿Quién era Jorge Sivak?
Era presidente del Banco Buenos Aires Building, y era marxista. Estaba a favor de nacionalizar la banca, “Su banco prestaba mal y cobraba peor”.
Realizaba intentos de negocios algo estrambóticos, como exportar fast food a Polonia.
Hijo de Samuel, dueño de un conglomerado empresarial inmobiliario, financiero, periodístico y minero, afiliado al Partido Comunista, que hizo su capital con dinero del Partido.
Su hijo heredó el mandato de continuar con la empresa, tuvo una vida ecléctica y esfervescente; fue dirigente estudiantil, preso político en la dictadura de Lanusse, viajó a La Habana y conoció al Che en 1961. En la dictadura militar, desaparece su mejor amigo, y más adelante su hermano, Osvaldo Sivak, es secuestrado y luego liberado.
Este hermano sufre un segundo secuestro en 1980 que finaliza con su muerte, lo que marcará de culpa a Jorge, y lo llevará a una vertiginosa e inagotable sucesión de reuniones con personajes de todo tipo con el fin de obtener información sobre el paradero de su hermano, al que creyó vivo por años, como periodistas, jueces, políticos, estafadores, videntes, policías y hasta el ex dictador Lanusse.
Este famoso secuestro, conocido como ''caso Sivak'', se enmarca dentro de los llamados delitos cometidos por la ''mano de obra desocupada'', un calificativo irónico que se le dió a aquellos personajes de algunos sectores estatales o paraestatales de las dictaduras, que ejercían represión, y que con el retorno de la democracia continuaron realizando secuestros y estafas.

El protagonista recuerda por momentos a la manía, entendida en psiquiatría como una exaltación del ánimo, una ''alteración de la dirección de la corriente de la conciencia'' a decir de Henri Ey, '' un movimiento de propulsión hacia adelante, por el cual el sujeto avanza en un salto las formas del presente... arrastrado por el deseo de seguir adelante, siempre más lejos...'' con sus infinitos proyectos, muchos a medio comenzar, sus derroches, y su contracara, la melancolía, con la vuelta hacia el pasado que es, en su caso, la culpa por su hermano muerto.
Corolario de esto es su precipitación final, probable salida de escena.

Para terminar, pensando en esta historia de un padre contada por un hijo, pienso en algo que leí alguna vez, de cuántas veces la historia de un padre es contada por la madre.
La madre primera compañia de su hijo desde antes del nacimiento, permite la entrada del padre, el reconocimiento de este como tal, y pienso en cómo esta historia personal es contada para su hijo solo a través del relato de la historia de su madre, en este caso, la historia de su madre patria.





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